Infección del Riñón (Pielonefritis)

Introducción

La pielonefritis es el resultado de una infección progresiva del tracto urinario, cuando una infección de un punto más bajo del tracto urinario viaja hacia arriba en el sistema urinario superior. Las infecciones urinarias inferiores se originan en la vejiga y la uretra, mientras que las infecciones urinarias superiores implican los uréteres y los riñones. Los riñones filtran la sangre, por lo que la pielonefritis puede ser potencialmente peligrosa porque una infección luego podría extenderse al torrente sanguíneo. Las mujeres tienden a estar en mayor riesgo porque sus uretras son más cortas (que es la misma razón por la cual también son más propensas a las infecciones del tracto urinario).

Los riñones son responsables de la distribución de minerales, la regulación de la acidez en el cuerpo, la gestión de los niveles de fluidos del cuerpo, y la liberación de hormonas que tienen un número de diferentes funciones biológicas. Así que es muy importante mantener los riñones sanos, ya que proporcionan muchas funciones vitales. Los síntomas de la pielonefritis pueden ser similares a los síntomas de una infección del tracto urinario: dolor al orinar, urgencia y frecuencia. Sin embargo, una vez que las cosas progresan y se involucran los riñones, luego pueden ser evidentes síntomas más graves. Estos incluyen dolor de espalda o dolor en el flanco, fiebre, malestar, náuseas y vómitos. También puede haber una serie de cambios observables en la orina, como presencia de sangre, turbidez, o incluso orina maloliente. Esto es debido a la bacteria y el hecho de que el sistema inmune está tratando de eliminar la infección.

Las bacterias responsable de la pielonefritis incluyen la E. coli y la Klebsiella. Cualquier condición de salud que reduce el flujo de orina hacen la pielonefritis más probable, por ejemplo, problemas de próstata como la hipertrofia prostática benigna, masas abdominales, o piedras en la vejiga o los riñones. Los cálculos renales en si en realidad proporcionan una ubicación para que las bacterias se acumulen mientras evaden el sistema inmune. Las personas con condiciones de salud que disminuyen los efectos del sistema inmunitario también están en mayor riesgo, incluyendo los diabéticos.

La pielonefritis se puede diagnosticar si los signos y síntomas mencionados anteriormente están presentes, o si ha habido una infección urinaria anterior. Los exámenes físicos pueden ayudar a diagnosticar una pielonefritis, especialmente si hay signos vitales que indiquen una infección (como fiebre), dolor o sensibilidad en los riñones. Varias pruebas de orina se pueden realizar, incluyendo un análisis de orina. Un análisis microscópico de la orina típicamente mostrara signos de infección - estos incluye bacterias y glóbulos blancos. Se puede realizar un cultivo de orina, lo que implica el crecimiento de las bacterias que se encuentran en la orina. Esto ayuda averiguar cuáles antibióticos podrían ser los más eficaces en el tratamiento de la infección. Por último, se pueden usar estudios imagenológicos de algún tipo. Por lo general los más comunes en esta situación son una tomografía computarizada (que tomara una rápida serie de rayos X) o una ecografía.^[2]

El tratamiento convencional de la pielonefritis es con antibióticos. Debido a que la pielonefritis es potencialmente peligrosa para la vida y los síntomas son graves, se recomienda siempre usar el tratamiento con antibióticos. Si se ha realizado un cultivo de orina, se puede seleccionar un antibiótico al cual las bacterias serán sensibles. Vamos a discutir los remedios naturales más adelante, pero no se recomiendan como una alternativa, sólo se sugieren como medidas preventivas o tratamientos de complemento. Para la mayoría de los casos de pielonefritis, no se requiere hospitalización. Sólo se sugiere en los casos graves, o cuando los antibióticos intravenosos se vuelven necesarios para asegurar que el tratamiento llegue a los riñones.

La mayoría de los casos de pielonefritis son agudos, por lo que desaparecen sin ningún problema y no causan ningún daño duradero a los riñones. Algunos casos son crónicos y generalmente estos casos son causados por defectos en los riñones. Los niños que han tenido repetidas infecciones del tracto urinario a veces hacen cicatrices en los riñones y esto eventualmente puede conducir a una insuficiencia renal.

Aparte de los defectos de nacimiento u otros problemas de larga data, muchos casos de pielonefritis se pueden evitar al mantener los riñones sanos. La primera sugerencia es siempre mantener el cuerpo bien hidratado. Esto evita la formación de cálculos renales mediante la dilución de la orina y mantiene los riñones funcionando correctamente. Bajar de peso y mantener un peso saludable es otra sugerencia basada en el estilo de vida que puede reducir la carga de los riñones. El ejercicio siempre es bueno para la prevención de los problemas de salud. Cuando se trata de los riñones, ciertos tipos de ejercicio pueden ser más adecuados. Debido a que los riñones no están asegurados como algunos órganos, ellos flotan en su espacio. Actividades como correr, por lo tanto, pueden hacer choquen y pueden causar microtraumatismos. Otras formas de ejercicio que no causan un impacto tan fuerte en el cuerpo pueden ser más favorables, como la natación, por ejemplo.

Hay algunas sugerencias dietéticas que pueden ayudar con la salud renal y la prevención de la pielonefritis. La primera consiste en una dieta regulada en términos de proteínas, especialmente proteínas de origen animal. Todas las proteínas añaden una carga para los riñones, pero las proteínas también son esenciales para la vida. El uso de la moderación es el mejor enfoque aquí, o hablar con un profesional de la salud que puede ayudar a identificar cuáles son sus necesidades personales de proteínas. Los cálculos renales son más comunes en los que consumen una gran cantidad de carne animal, por lo que si usted está en riesgo o tienen una predisposición de algún tipo, la disminución de la ingesta de proteínas puede ser una buena idea. Otros elementos dietéticos que pueden dañar los riñones son los alimentos que contienen fósforo. Este se encuentra en la mayoría de los alimentos, pero el refresco y los alimentos procesados son especialmente ricos en fósforo. Si los riñones no están funcionando bien, el fósforo puede acumularse en el cuerpo y puede causar problemas en el sistema cardiovascular y en los huesos.^[3]

Ciertas frutas y verduras también pueden ayudar con la salud de los riñones. Por ejemplo, las bayas son una excelente fuente de antioxidantes y contienen vitamina C. El ajo y la cebolla también son promueven mucho la salud. Actúan como sustancias anti-inflamatorias y también ayudan a mejorar la actividad del sistema inmunológico, lo que podría ayudar a eliminar las infecciones. Por último, la reducción de azúcares simples es de gran importancia. El azúcar por sí mismo puede causar temporalmente la supresión inmune, por lo que es más difícil de eliminar las infecciones. El azúcar también alimenta las bacterias, por lo que es doblemente perjudicial.

Hay ciertos suplementos nutricionales que pueden proteger a los riñones e incluso evitan la pielonefritis en particular. Por ejemplo, los probióticos han demostrado que ayudan a los riñones en el procesamiento de los materiales de desecho y reducen el riesgo de cálculos renales. Como beneficio adicional, los probióticos son uno de los mejores mecanismos de protección contra las infecciones del tracto urinario, por lo que también pueden ayudar indirectamente en la prevención de la pielonefritis. Si se ha realizado un tratamiento de antibióticos, los probióticos también pueden ser una excelente opción, ya que pueden repoblar el tracto digestivo con bacterias saludables, previniendo así los efectos secundarios como el estreñimiento y la diarrea. Ciertas vitaminas pueden ayudar a apoyar la salud renal, incluyendo la vitamina C y varias vitaminas B. La vitamina C ayuda a mantener la salud renal a través de diversos mecanismos, y también puede ayudar con ciertos tipos de cálculos renales. Demasiado de algo bueno puede ser perjudicial, así que hable con su profesional de la salud para ver si esto es adecuado para usted. Algunas vitaminas B son útiles en la prevención de cálculos, así que la adición de una vitamina del complejo B a su rutina puede no ser una mala idea. La vitamina D también es un protector del riñón. Si hay disfunción renal, el nutriente L-carnitina puede estar agotado y por lo tanto podría valer la pena suplementarlo. Los suplementos de hierbas pueden no ser seguros para todos. Algunos suplementos contienen fósforo y algunos son más duros para los riñones, por lo que se recomienda precaución.

La pielonefritis puede ser una condición recurrente y peligrosa. Los principales síntomas pueden parecerse a una infección del tracto urinario, pero a continuación, se vuelven más severos a medida que las bacterias avanzan por el tracto urinario. Los síntomas más graves justifican una visita a su proveedor de atención médica. El diagnóstico puede hacerse a través de la historia médica, examen físico, pruebas imagenológicas, análisis de sangre, cultivo de orina, o cualquiera de los anteriores. El tratamiento de elección siempre son los antibióticos. Sin embargo, los tratamientos naturales pueden ayudar con la prevención y pueden funcionar como complementos al tratamiento antibiótico. La dieta y el estilo de vida son extremadamente importantes para la salud renal. Mantenerse hidratado es la regla número uno. La disminución de la ingesta de proteínas y la ingesta de fósforo puede reducir la carga de los riñones. La incorporación de ejercicios de bajo impacto y controlar su peso también puede ayudar. El aumento de frutas y verduras es una recomendación permanente. Por último, muchas vitaminas son útiles y protectoras renales, o pueden llegar a ser deficientes en los casos de enfermedad renal por lo que puede valer la pena suplementarlas, incluyendo la vitamina C, D y vitaminas del complejo B. Por favor, hable con su médico naturista si usted está interesado en obtener más información sobre la pielonefritis.